Comenzó la noche en la colonia Roma, en el Foro Alicia sonaron acordes de rock durante el cuarto miércoles del seminario de periodismo y rock en México iniciado el 27 de agosto de 2014. A un compás de cuatro cuartos los exponentes David Cortés, Benjamin Salcedo y Hugo García Michel se presentaron ante el público sediento del rock. Esa noche el sonido rock fue transmitido a través de las experiencias de tres especialistas en periodismo de rock en México, cada uno de ellos con diversos conocimientos sobre los sonidos, ambientes, matices, personajes y más fenómenos que acompañan a la escena del periodismo de rock.
La noche fue abierta por las palabras de David Cortés, escritor y cronista de rock, quien comenzó con una reflexión sobre lo complicado que es vivir del periodismo de rock en México, reflejado en estas palabras: «Me di cuenta de que el periodismo de rock no solamente era impensable y utópico, simplemente era imposible… pues al rock ni siquiera se le daba el status de cultura». Comentó que el rock en México, durante la década de los ochenta, no era una posibilidad para el periodismo cultural, puesto que se anteponían otro tipo de actividades como el fútbol, la política, la religión, la economía, u otras formas. Señaló que este sobrevivió gracias a la pasión y gusto de autores poco mencionados como Arturo Castelar, Walter Smith, Carlos Baca, Victor Roura, entre otros. También hizo énfasis en las dificultades en apropiarse de ciertos espacios para informar sobre la música rock, principalmente de revistas y diversos medios de comunicación. También informó que existe una enorme necesidad de mapear los espacios que dedican su atención a este fenómeno y sus diversas expresiones para aquellos que dedican sus actividades entorno a la música rock. Su participación finalizó con un poco de desencanto sobre la situación actual del periodismo musical y la escena del rock en México, aunque enfatizando: «hay que rescatar al rock del olvido, devolverle su valor».
Por su parte Hugo García Michel, director de la revista Mosca en la pared (revista dedicada a reseñas de rock, literatura y otras expresiones culturales), platicó su experiencia en la incorporación del ambiente del rock y la inspiración de las revistas rockeras (piedra rodante, rock-pop, conecte, banda rockera, entre otras) que lo impulsaron a realizar el proyecto Mosca, mismo que lo llevó a profundizar en dicha temática musical. Entre problemas personales y profesionales, para él, el rock se a transformado en un medio económico de sobrevivencia. Profundizando más en las relaciones y vínculos que establecían con diversos personajes del medio periodístico para conseguir constancia en su trabajo, se centró en la conformación de los diversos proyectos de rock en los que se involucró, principalmente en su proyecto de la Mosca, y las distintas problemáticas que implica la lógica de difusión y distribución de dicho proyecto. Reduciendo al rock como un negocio.
Por último, Benjamín Salcedo, director y editor de la revista Rolling Stone México, contrapuso con su visión sobre la apertura de espacios para incursionar sobre los temas musicales, sobre todos rockeros, como en rock 101, Ocesa, espacios en revistas, videovisa, entre otros. Platicó sobre un proyecto con la revista Switch, también ambientada en el rock pero claramente con intenciones comerciales y continuando con su papel en la legendaria revista Rolling Stone. Remarcó mucho la idea del aspecto comercial o mainstream del rock. Culminó su presentación con afirmar que el rock nacional no posee una característica atractiva para el mercado en México, que no vende lo suficiente como el rock internacional, perdiendo un espacio importante en nuestro país desde la desaparición del denominado rock en tu idioma, campaña de difusión impulsada por la disquera BMG Ariola, para dar a conocer y distribuir a bandas de rock latinoamericano, posteriormente mexicano.
Durante la noche fue evidente la confrontación que surgió entre la visión corporativa y la «romántica» (expresada como un «amor al arte») de las diversas formas en que se van apropiando de los espacios, al menos en el campo periodístico. Se expresó la limitación, de los periodistas de rock, a únicamente informar sobre los fenómenos musicales de rock y sus diversas manifestaciones, desde el sonido de una banda al exponer un disco, los conciertos o festivales organizados para su promoción y difusión, y que hacen los diversos protagonistas en sus trayectorias. Evitaron externar que las intenciones del rock sean políticas, sino que se adecuaban de acuerdo al contexto y gusto musical subjetivo de los actores. Coincidieron en la visión de que en la actualidad el rock mexicano ha perdido un sentido de ser que antes si poseía, que los grupos mexicanos de rock no exponían algo nuevo y que esta crisis debería ser resuelta a través de la educación de los músicos contemporáneos.
Al final se debatió la urgencia de reconfigurar al rock mexicano, tanto en elementos comerciales como en la dedicación del músico a perfeccionar el sonido, pues las nuevas bandas ya no tienen nada que aportar y no le dicen mucho al espectador ni los críticos sobre su música.
Fue una velada nutrida en debate periodístico y percepciones diferentes, aunque si se acentuó que faltan investigadores en el campo del rock que le den un giro diferente y se especialicen en diversos subgéneros y manifestaciones de la música.
EL rock es un fenómeno que desata controversia y genera diversos modos de pensarlo, tiene un gran número de representantes que le difunden y están dedicados en vida a él. Espacios generados como en el foro Alicia nos revelan solo una mínima parte de este fenómeno, la maravilla de sus múltiples visiones y diversidad de sus discursos.
Hay una gran oportunidad para realizar estudios de ciencias sociales dedicados al fenómeno del rock en México y del rock mexicano, explicar las diferencias entre estos, describir sus procesos y no dejarlo en el ámbito de la apreciación musical. Al contar con una inmensa gama de expresiones, tanto en sus seguidores como sus principales figuras; escenarios y escenificaciones; promotores y críticos; ideología y estilo de vida; sus diversas interpretaciones e interacciones sociales que surgen dentro de su escena, hacen del rock un fenómeno al que vale la pena invertir tiempo en su análisis en múltiples dimensiones.
