Oaxaca de Juárez. Inolvidable Patrimonio de la Humanidad

Oaxaca en náhuatl, zapoteco y mixteco significa en la punta de la nariz del huaje, planta nativa de la región. Este hermoso estado es el quinto más grande de la República y alberga a más de 16 grupos étnicos. Se destaca por sus hermosas playas y sus maravillosos pueblos mágicos, que sin duda guardan un gran legado de cultura y tradición; pero en esta ocasión te contaré sobre el centro de la ciudad, mejor conocido como Oaxaca de Juárez y que por ningún motivo te puedes perder.

Partiendo de la Ciudad de México en seis horas llegas por carretera, y en avión sin escalas estás en una hora. Al llegar no te preocupes por el hospedaje pues encontrarás infinidad de lugares acordes a tu bolsillo, desde hostales hasta hoteles de lujo. Mi recomendación es que te alojes en el centro, que es la zona conveniente para el turismo y la más bonita de la ciudad, y está declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio de la Humanidad.

Al llegar te podrás percatar de la relevancia del catolicismo de la época Colonial, que es el principal atractivo turístico del Centro. Los principales recintos por visitar son:

Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción. La construcción del año 1640 posee un marcado estilo barroco con acabados de mármol griego. Al centro de la iglesia se encuentra una enorme estatua de bronce de la Virgen de la Asunción, del artista italiano Tadolini.
Basílica de Nuestra Señora de la Soledad. Construcción del año 1690 dedicada a la patrona de Oaxaca, la Virgen de la Soledad, de estilo barroco y acabados de cantera verde y amarilla, destaca por su espectacular fachada de biombo. Al pasearte por el atrio de la iglesia, degustando una tradicional nieve de pétalos de rosa, pierdes la noción de estar en México y te transportas a la Europa Colonial.
Templo de Santo Domingo de Guzmán. De arquitectura barroca novohispana, se disfruta en dos momentos. Primero como recinto religioso y segundo como museo. El exconvento anexo alberga valiosos objetos históricos de la ciudad, como las reliquias halladas en la Tumba 7 de Monte Albán.

Siguiendo tu recorrido por el Centro Histórico no te puedes perder las exhibiciones de los distintos museos y galerías que se encuentran distribuidos por éste y muy cercanos a la Alameda. Dichos lugares ofrecen atractivos descuentos a estudiantes, profesores y personas de la tercera edad. El principal museo para visitar es el de Arte Prehispánico Rufino Tamayo, que de miércoles a lunes te ofrece un majestuoso recorrido por la historia prehispánica de nuestro México. Conocerás acerca de las culturas Olmeca, Tolteca, Huasteca, Teotihuacana, Azteca, Maya, Mixteca y Zapoteca.

Por la Alameda podrás disfrutar de los turistas, familias paseando por el quiosco, o simplemente hacer compras por el corredor artesanal que ofrece precios realmente bajos si consideramos el trabajo manual de los distintos objetos. Pero si tanto caminar te abre el apetito puedes degustar una tradicional comida oaxaqueña en el mercado local o en una de las diferentes opciones que se encuentran en los alrededores. Lo tradicional y que no te puedes perder son las impresionantes tlayudas, tamales oaxaqueños, empanadas, pozole mixteco, barbacoa acompañada de salsa borracha hecha en molcajete, y el inconfundible mole negro en cualquiera de sus siete especialidades; si vas a Oaxaca y no comes moles, es como no haber ido, así que ojo con eso. En cuanto a bebidas puedes refrescarte con agua de chilacayota u horchata, que en lo personal es la más rica que he probado.

Por la noche puedes disfrutar de la vida nocturna ya sea en un bar o en un antro. Los más visitados son La Casa del Mezcal, uno de los bares más antiguos y cosmopolitas de la ciudad, o La Cucaracha donde se baila música latina. Simplemente puedes pasear por las calles, que después de las 23:00 horas las puedes encontrar sumamente despejadas. También podrás encontrar actividades culturales como conciertos, obras de teatro, danza y variadas exposiciones artísticas o funciones de cine gratuito que solo se ofrece por las noches.

Para desplazarte por la ciudad y la zona centro, te recomendamos que lo hagas en bicicleta, así podrás recorrer mucho y no cansarte tanto. Puedes alquilarlas en los hostales o posadas aledañas. En cuanto al precio, puedes tratarlo ya sea por hora o por día. Por otra parte, existen muchos poblados e interesantes atracciones fuera de la ciudad, pero te contaré de los que más me impresionaron.

Primero te cuento de Santa María del Tule, poblado que se localiza a tan solo 14 km de Oaxaca Centro. Debe su nombre a que ahí radica el espectacular y majestuoso ahuehuete, mejor conocido como el árbol del Tule. La forma rápida y práctica de llegar es en taxi, si lo tomas en el sitio del Centro te cobran 120 pesos y de regreso a Oaxaca 70 pesos; si viajas con compañía pueden dividir el costo y les saldría igual que si tomaran camión, pero viajarían con mayor comodidad y directo.

Santa María del Tule es un pueblo de origen zapoteco que originalmente se dedicó a la producción de cal, luego a la agricultura y actualmente se dedica principalmente al turismo, pues cada año llegan visitantes nacionales y extranjeros que muchas veces viajan a este lugar para contemplar la atracción principal: el árbol del Tule. Para entrar al recinto del árbol te cobran 10 pesos por persona, remuneración que se destina a su conservación y al mantenimiento de la iglesia.

Tule significa Árbol de iluminación. De acuerdo con los locatarios, lo que caracteriza a este árbol es su tronco, donde se pueden distinguir diferentes figuras como la cabeza de un venado, un león, un elefante, un cocodrilo, entre otras. El porqué de su ubicación radica en una leyenda zapoteca que no te contaré para que cuando vayas a visitarlo pongas mucha atención. El ahuehuete o árbol del Tule tiene más de 2000 años y sus medidas son impresionantes:

Altura: 42 m
Grosor: 58 m
Diámetro: 14.05 m
Volumen: 816,829 m³
Peso: 636.107 t

Información de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Forestal (SEDAF)

Un poblado más que no te puedes perder es San Bartolo Coyotepec, famoso internacionalmente por ser el único que fabrica el barro negro, te darás un festín visual. Y otro lugar importante para visitar es la zona arqueológica que puedes encontrar en diferentes puntos del área metropolitana de Oaxaca, pero te hablaré de Monte Albán y Mitla.

Monte Albán se localiza en lo alto de un cerro a tan solo 10 km de Oaxaca de Juárez, desde las inmediaciones de la Alameda Central salen camiones que te dejan en la zona arqueológica que te cobran 12 pesos. La entrada tiene un costo de 57 pesos por persona, pero estudiantes y profesores no pagan entrada si presentan su credencial y adultos mayores tienen descuento con credencial del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM). Horario: de lunes a domingo de 8:00 a 17:00.

Monte Albán fue una ciudad pluriétnica establecida por los zapotecas alrededor del siglo V a. C., que a lo largo de su historia mantuvo lazos estrechos con diferentes pueblos, entre ellos con los teotihuacanos. La ciudad fue abandonada por gran parte de su población debido a que el poder zapoteco se dividió en diferentes ciudades-estado dentro de Oaxaca. Tiempo después la ciudad fue reutilizada por los mixtecos. Curiosamente Monte Albán no figura dentro de los relatos de la conquista española y no se supo de su existencia hasta la primera mitad del siglo XX cuando el arqueólogo mexicano Alfonso Caso realizó una excavación que lo llevó a descubrir la famosa Tumba 7 de Monte Albán, enterramiento célebre que en su interior guardaba la mayor cantidad de objetos mesoamericanos que se hayan descubierto hasta nuestros días. Entre los objetos figuran pectorales de oro, cráneos esculpidos en cristal de roca, máscaras de turquesa, figuras de cerámica y otras talladas en hueso. Esta colección la puedes disfrutar en el museo del exconvento de Santo Domingo de Guzmán, del cual te conté anteriormente.

Lo que verás en Monte Albán en su mayoría son los restos de las plataformas piramidales de los edificios dedicados a la religión, a la administración pública y a la vivienda de la clase dominante. El conjunto monumental se organiza en torno a la Plaza Central, las habitaciones de los estratos sociales más bajos se localizaban en terrazas. Dicha planeación era característica de las ciudades mesoamericanas, de ahí su similitud con Teotihuacán.

En un recorrido de aproximadamente 2 horas conocerás más de este fascinante lugar y los secretos que guardan las construcciones de la Plaza Central, la Plataforma Sur, el Juego de Pelota, la Plaza de los Danzantes, el Edificio L, las Tumbas Prehispánicas en Atzompa y los jeroglíficos de las Estelas. Por nada del mundo te puedes ir de Oaxaca si no visitaste Monte Albán, que desde 1987 es considerado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Mitla se localiza a 60 km de la ciudad de Oaxaca, significa lugar de los muertos o lugar de descanso. Los zapotecos lo bautizaron así debido a que en el lugar se encontraban tumbas de reyes y sacerdotes. Con la desaparición de Monte Albán como núcleo de poder, Mitla tomó su lugar como centro de poder para los zapotecas del valle. Para llegar a la zona arqueológica te recomiendo que contrates un tour que te incluya otra visita además de Mitla, pues el área piramidal aparte de hermosa es realmente pequeña que en aproximadamente 1 hora la puedes disfrutar tranquilamente, así aprovecharás al máximo tu visita. Los tours los puedes contratar en diferentes puntos alrededor de la Alameda Central de Oaxaca y existen muchos a muy buen precio. Claro que también tienes la posibilidad de llegar en camión o taxi desde el centro de Oaxaca.

Al llegar podrás recorrer y conocer cinco conjuntos de arquitectura monumental. El Grupo del Sur y el Grupo del Adobe, son conjuntos ceremoniales que se constituyen de montículos y plazas centrales. El Grupo del Arroyo, el Grupo de las Columnas y el Grupo del Norte, son palacios organizados con habitaciones alrededor de patios cuadrangulares.

Lo que te encantará de Mitla, a diferencia de Monte Albán, es su arquitectura, la cual posee espectaculares fachadas ornamentadas con mosaicos de grecas que se enmarcan en fantásticos tableros. Una vez concluida tu visita arqueológica, la mejor opción para continuar el viaje es dirigirte a Hierve el Agua. Esto lo podrás hacer dentro del tour que te recomendé o puedes bajar al pueblo y utilizar el servicio de camionetas colectivas que cobran 80 pesos por persona que incluye viaje redondo (Mitla-Hierve el Agua) con su respectivo acceso.

Hierve el Agua se localiza a 70 km del centro de Oaxaca. Para llegar te enfrentarás a un largo y complejo camino de terracería, que se amenizará con el paisaje que ofrecen los alrededores. Al llegar notarás que no existe palabra alguna que describa la sensación de estar ahí, la belleza y espectacularidad de la panorámica que ofrece la naturaleza te deja sin palabras. Pero el atractivo principal son las famosas Cascadas Petrificadas, formaciones esculpidas durante miles de años por el escurrimiento de agua carbonatada de pequeñas pozas de agua caliente a 24 ºC que se deslizan 50 metros barranca abajo.

El área de manantial que da origen a las cascadas fue aprovechada para crear una alberca natural en medio de grandes contrastes naturales y en el corazón de una abrupta sierra que durante el estiaje se caracteriza por su extrema aridez. También es un excelente sitio para acampar o pasar la noche, para ello existen cabañas rusticas y zonas para ello.

Hierve el Agua es el sitio ideal para los amantes de la naturaleza y la fotografía, así que sobra decir que venir a esta maravilla y no traer cámara, no tiene perdón. Por último y ya de regreso a Oaxaca, a lo largo de la carretera puedes hacer una parada en las distintas fábricas de mezcal que te ofrecen una serie de degustaciones mientras te explican la elaboración artesanal de esta característica bebida mexicana.

Todavía falta hablar de las fiestas y tradiciones como la Guelaguetza o de las paradisiacas playas, pero como puedes ver, es difícil plasmar en letras las maravillas que ofrece este bellísimo estado. Aun así, espero que te haya gustado el pequeño relato y te atrevas a vivir estos lugares y a descubrir muchos otros.